Monday, August 29, 2016

EL LADO GANADOR



Alberto Mansueti
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Al liberalismo le hacen más daño ciertos “defensores” que todos sus detractores, que no son pocos, y son muy bravos. Por ej. muchos se dicen liberales por ser “amigos de la libertad”, o por defender “las ideas de la libertad”, expresiones vacías y gaseosas, imprecisas, carentes de contenido concreto, que no aluden a “Gobierno limitado”, privatizaciones, y conceptos liberales afines. No explican claramente cómo sería un sistema liberal de Gobierno, qué cambios o reformas se requieren, cuáles vías políticas son necesarias, cómo sería la transición desde lo presente.

 
Con tales silencios, la masa de opinión no se interesa por el liberalismo. Y por esa única razón, el socialismo domina en el mundo; no por méritos propios, que no tiene ninguno.

Cada año, la Sociedad Mont Pelerin reúne a los más valiosos de estos liberales, de muchos países, en su mayoría intelectuales muy sesudos. Pero ningún político, al menos de cierto peso. Aunque la reunión de 2012 fue la excepción; en el Castillo de Praga, edificado en el siglo IX para residencia de los Reyes de Bohemia, y ahora Casa de Gobierno checo. El anfitrión: Vaclav Klaus, ex Primer Ministro, entre los años 1992 y 1997.

Supongo que su discurso le cayó a la audiencia como baldazo de agua fría, desde su título: “No estamos en el lado ganador”. (En Internet y en español). Porque muchos de los reunidos acostumbran a esconder los hechos incómodos: que el socialismo reina, y que por la inacción política de los liberales clásicos estamos en el lado perdedor, y sólo figuran anti-liberales en la política: los socialistas duros del Foro de Sao Paulo; los blandos de la Internacional Socialista; y en menor medida los politiqueros mercantilistas.

Klaus hizo una lista detallada de 14 factores por los cuales ahora hay más estatismo y socialismo que antes. Los cuatro primeros, dijo, ya se veían en los ’90. Pero otros diez “nos tomaron por sorpresa”; y el último, No. 10, ha sido la incapacidad de los liberales clásicos para resistir, dar batalla, combatir y ganar. Vamos a resumir y comentar brevemente esos 14 factores:

(1) El socialismo “democrático” o menchevique de la vieja Internacional Socialista, el “bueno”, y las “terceras vías” o fórmulas mixtas, no el pleno liberalismo, sustituyeron al comunismo bolchevique en la economía, tras el derribo del Muro de Berlín y el colapso del sovietismo.

(2) Los “verdes”, rojos disfrazados, tras un socialismo global neo malthusiano, desde los años del “Club de Roma”, embarcados en un proyecto más delirante y más totalitario, para cambiar aún más radicalmente la naturaleza humana, imponen sus mentiras por doquier.

(3) Los “intelectuales” de izquierda siguen al mando de la “educación pública” en todos sus niveles, para imponernos ahora la tiranía del relativismo “posmodernista” y la “política correcta”.

(4) El cientismo y el afán tecnocrático, ya denunciados por Mises y Hayek, le hacen creer a la gente en la fantasiosa utopía de la sociedad planificada y gobernada según criterios “científicos”.

Todo esto ya veíamos venir en 1989, dice Vaclav Klaus, cuando hicimos “la Revolución de Terciopelo”. Pero hubo otros factores que entonces no vimos, o que mucho subestimamos:

(1) El marxismo cultural y su feroz embestida contra toda autoridad, los valores tradicionales, y las instituciones sociales, contra nuestra “herencia civilizatoria, cultural y ética”.

(2) La demagogia feroz en el proceso político democrático, las promesas fáciles de “almuerzos gratis”, la abolición gradual de la democracia representativa, y su reemplazo por la “democracia participativa”, una ilusión que encubre el reino de los crudos intereses especiales y sus privilegios.

(3) El igualmente gradual cambio de los “derechos civiles” a los “derechos humanos” que no son derechos sino “titulaciones”; y la gradual destrucción de la soberanía nacional en cada país, un valor que los liberales no supimos defender.

(4) Muy ligado a todo lo anterior: la judicialización de la política o “Juristocracia”, en sustituto de la democracia; y la creencia en una futura “abolición de la política”, en una sociedad post-política.

(5) Las ONGs “de la sociedad civil”, y de los “movimientos sociales” (de izquierda), en contra de la democracia normal, que tampoco supimos defender; y la ONU, que se ha hecho la mayor ONG mundial.

(6) La prensa, los medios, sus dueños y sus periodistas manipulan a la opinión pública a su gusto; y también intentan sustituir a los políticos, y hasta a los jueces, sentenciando y condenando sin juicio.

(7) La Unión Europea, sus burócratas no elegidos, y las Agencias de la ONU, nos llevan de nariz a un sistema de Gobierno Mundial, regido por un “pensamiento único”

(8) Creímos que tras los sufrimientos ocasionados por el comunismo, la gente abrazaría alborozada las “ideas de la libertad”, los mercados libres y el capitalismo. Nos equivocamos totalmente.

(9) Creímos que tras los padecimientos causados por el socialismo, la gente estaría “vacunada”, y por tanto rechazaría toda y cualquier otra clase de tiranía totalitaria, aún cuando asumiera formas en apariencia novedosas e inéditas. También nos equivocamos, y por completo.

(10) Por último: a los liberales clásicos nos faltó coraje, decisión, claridad mental, determinación y firmeza para luchar con eficacia. Estamos paralizados, como atontados, dice Klaus para terminar su discurso, aunque no exactamente con esas palabras. Léalo Ud. mismo en Internet.

Por mi parte, suscribo entero el discurso, palabra por palabra. Sólo me permito agregar un factor adicional, ¡pero clave!, para completar los 15. Y es éste:

(11) Muchos liberales clásicos somos creyentes, pero nos olvidamos por completo de Dios, de su Ley, de la doctrina y de las Iglesias, y de la gran masa de la población cristiana, confundida y “enganchada” con quimeras, votando por partidos socialistas, y hasta comunistas, liderada por curas y pastores de izquierda. Para colmo, como consecuencia de esos trágicos olvidos, en las filas liberales se metieron unos anti-cristianos beligerantes, a combatirnos a nosotros, en vez de ayudarnos entre todos a enfrentar a los verdaderos enemigos de las “ideas de la libertad”.

Ahora sí está completa la lista.

Hasta la próxima si Dios quiere.

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