Saturday, July 16, 2016

Obama ha llevado los EU ‘adelante’ a un pasado fracasado

 
El lema político “Adelante” (“Forward”) le fue muy útil a Barack Obama durante la campaña electoral del 2012. Consistía en decir que él iba hacia adelante, mientras que los republicanos iban hacia atrás, “volviendo a las políticas fallidas que nos metieron en este lío para empezar”.
Fue una buena retórica y un gran teatro político. Además, los republicanos no hicieron prácticamente nada para desafiar unas premisas falsas que unos pocos datos innegables podrían haber hecho derrumbarse como un castillo de naipes.
Pero hay más detrás de las recientes batallas políticas. La palabra “adelante” ha sido un grito de batalla político para la izquierda durante más de un siglo. Ha sido casi tan ampliamente usada como esa otra palabra favorita de la izquierda, “igualdad”, que se remonta a más de dos siglos.


La seductiva noción de igualdad económica llegó a conquistar a mucha gente. Los primeros colonizadores americanos comenzaron con la idea de compartir por igual. La colonia de Georgia comenzó con ideas muy parecidas. En el Medio Oeste, Robert Owen – el británico que acuñó el término “socialismo” – fundó colonias basadas en vida comunitaria e igualdad económica.
Lo que todos estos experimentos idealistas tuvieron en común fue que fracasaron.
Ellos aprendieron en su propias carnes que la gente no se ocuparía tanto del bien común como lo haría de su propio bien. Los colonos casi murieron de hambre al aprender esa lección. Pero la aprendieron. La tierra que había sido propiedad común fue convertida en propiedad privada, la cual produjo mucho más alimento.
Experimentos parecidos fueron probados en mayor escala en otros países del mundo. En los principales experimentos – la Unión Soviética bajo Stalin y la China comunista de Mao – literalmente millones de personas murieron de hambre.
En la Unión Soviética, por lo menos 6 millones de personas murieron de hambre en la década de 1930, en un país con una de las tierras más fértiles del continente europeo, un país que años atrás había sido un importante exportador de comida. En China, decenas de millones de personas murieron de hambre bajo Mao.
A pesar de lo que la izquierda parece creer, los derechos de propiedad privada no existen simplemente por el bien de las personas que son dueños de esa propiedad. Ciudadanos que no poseen ni un metro cuadrado de tierra tienen abundante comida a su disposición precisamente porque aún existe la propiedad privada en los Estados Unidos, aunque la izquierda siga haciendo todo lo posible para restringir los derechos de propiedad, tanto en el campo como en las ciudades.
La otra característica importante de la izquierda igualitaria es promover una enorme desigualdad de poder político mientras deploran la desigualdad de poder económico.
No es ninguna coincidencia que quienes se rasgan las vestiduras por la desigualdad económica que hay entre el 1% o el 2% de la población y el resto del pueblo sean los mismos que están promoviendo una concentración de poder político mucho más peligrosa en Washington, donde menos del 1% de la población cada vez más le dice a 300 millones de ciudadanos americanos lo que pueden o no pueden hacer, en todos los aspectos de sus vidas, desde sus bombillas y sus aseos hasta su atención médica.
Este movimiento en la dirección de una planificación central, bajo el lema de “adelante”, consiste de hecho en retornar a un sistema que ha fracasado en países de todo el mundo, tanto bajo gobiernos democráticos como dictatoriales, y en pueblos de prácticamente cualquier raza, color, credo y nacionalidad.
Una cosa es que líderes conservadores como Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Gran Bretaña declararan que la planificación había sido un fracaso. Pero lo que realmente remacha los clavos en el ataúd es que, antes de que acabase el siglo XX, tanto los gobiernos socialistas como los comunistas en todo el mundo empezaron a abandonar la planificación central.
India y China son los principales ejemplos. En ambos países, recortes en el control gubernamental de la economía fueron acompañados de un aumento dramático en los índices de crecimiento económico, sacando a millones de personas de la pobreza.
La triste ironía es que el estudio internacional más reciente sobre la libertad  concluyó que el mercado más libre del mundo es Hong Kong, ¡un país que sigue dominado por comunistas! Pero los comunistas chinos por fin aprendieron, por las malas, una lección que Barack Obama parece haber pasado por alto.
Estamos yendo “adelante” hacia un pasado que ha fracasado una y otra vez, conducidos por un líder carismático, después de un siglo XX en el que líderes carismáticos condujeron a sus países a catástrofes sin precedentes.
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Por Thomas Sowell

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