Por Richard Barley
Mientras la Reserva Federal de Estados
Unidos se preocupa por la deflación, en algunas partes del mundo la
inflación se podría convertir ahora en un serio peligro. Aunque el FMI
espera que la inflación de los mercados emergentes caiga al 5% en 2011
desde el 5,75% actual, las presiones inflacionarias están creciendo en
algunos países en desarrollo. La tasa de inflación de India fue de dos
dígitos a principios de año. En Brasil, los economistas han aumentado
sus previsiones de inflación para 2010 durante seis semanas
consecutivas, según el banco central. Tal vez los inversionistas quieran
tomar precauciones.
Hay tres formas principales de presión
inflacionaria: la primera, los precios de las materias primas. El índice
de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación --FAO, por sus siglas en inglés--
está en niveles máximos desde agosto de 2008, debido sobre todo a los
cereales. Esto tiene un gran impacto sobre la inflación de los mercados
emergentes: en Asia, los alimentos representan el 40% de la cesta del
IPC.
En segundo lugar, los esfuerzos de los
mercados emergentes para prevenir la apreciación de la divisa podrían
resultar ser inflacionarias. El costo de esterilizar las intervenciones
en el mercado de divisas --emitiendo bonos para absorber el exceso de
divisa local-- se ha hecho muy costoso por las rentabilidades
extremadamente bajas de los bonos de Estados Unidos en comparación con
la deuda en moneda local. Esto aumenta el riesgo de las intervenciones
no esterilizadas, haciendo que aumenten las presiones inflacionarias en
el suministro de dinero. Por su parte, los bancos centrales de los
países emergentes podrían también evitar subir los tipos por miedo o
actuar como un imán para los flujos de capital.
En tercer lugar, los huecos de
producción de los mercados emergentes se están cerrando y el mercado
laboral podría endurecerse. Muchos países se están preparando
rápidamente para un menor crecimiento; en India y China, de hecho, sólo
ha habido una pequeña ralentización económica. En Brasil, los salarios
medios crecieron más del 11% en septiembre, o un 6% en términos reales,
dice HSBC Global Asset Management; en Corea, Polonia y Chile, la tasa de
desempleo ha caído a los niveles del ciclo anterior.
¿Cómo pueden protegerse los
inversionistas? Una opción son los bonos ligados a la inflación, aunque
la liquidez de las emisiones de los mercados emergentes es relativamente
baja. El equilibrio de precios en países como Brasil, Turquía o Corea
del Sur demuestra que los inversionistas podrían estar subestimando el
riesgo de una inflación elevada. Los valores inmobiliarios y de consumo
de los mercados emergentes podrían ofrecer un gran atractivo frente a la
inflación, sobre todo por la creciente demanda interna. Ya que los
inversionistas apuestan por los mercados emergentes, asegurarse un poco
no está de más.
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