Sunday, July 24, 2016

La deuda es esclavitud

La deuda es esclavitud

  
(OroyFinanzas.com) – A pesar de que me gustaría poder terminar esta serie sobre el monetarismo con una magnifica conclusión  que aportase una solución sólida al problema monetario, no puedo. Soy incapaz porque mis conocimientos son muy limitados.
Además es muy posible que aún teniendo  amplios conocimientos  sobre el tema, no podría aportar una solución realizable.  ¿Quiere esto decir que renuncio a cambiar de sistema y que deseo que mis reflexiones queden como unos escritos puramente anecdóticos? Sin lugar a dudas no.
El monetarismo ha hundido los criterios lógicos de decisión económica. Desde que hace unos 200 años se empezó a implantar, ha sufrido un largo proceso transformador, basado en otorgar una serie de privilegios que han reemplazado la fuerza de las interacciones del mercado por dictámenes arbitrarios.



Desde entonces hemos sufrido una y otra vez un crecimiento basado en burbujas expansivas de crédito. Todas y cada una de las crisis pasadas han sido causadas por este crecimiento artificial y a la vez predichas por economistas austriacos.
Hay gente que me pregunta que si de no haber existido la “expansión” del crédito, se hubiera podido producir un crecimiento tan exageradamente grande como el que hemos experimentado. La respuesta es sin duda sí. Aparte de que podríamos haber crecido igual con un ahorro mayor, premisa que se hubiera producido si la gente no hubiera tenido ese acceso al crédito.

En ese caso no tendríamos sobre nosotros el martillo de la deuda que nos aplasta cada día. Toda la deuda actual, esa deuda impagable (tanto privada como pública) se la debemos al monetarismo.
Es este sistema el que ha hecho que el precio de la vivienda se dispare sin encontrarnos en un aumento del valor. Las burbujas que acaban con gente hipotecada a 40 años vista, son hijas del monetarismo. Como se demostró cuando reventó la burbuja inmobiliaria y los chalets adosados pagados ​a precio de oro derrepente pasaron a no valer realmente todo ese dinero.El mercado rebaja la valía de los activos inmobiliarios y éstos siguen ahí, sin que nadie los compre.
Todo esto se permite, porque la única manera que tienen los gobiernos de endeudarse y mantener las promesas de bienestar hechas por los políticos es utilizando los bancos y hacer que estos los financien a cambio de privilegios.
¿Porque no probamos un retorno al patrón bimetálico?
La herencia que nos deja el monetarismo es nefasta y aún así parece que no tengamos suficiente. La pregunta que me planteo siempre es la siguiente: “¿Y por qué no? Tras comprobar que el monetarismo no funciona, ¿porque no probamos un retorno al patrón bimetálico?”
El panorama cambiaría drásticamente, pero el resultado final posiblemente sería mejor que el actual. El choque funcional sería extremo, el cambio de sistema monetario debería ser algo progresivo y lento.
Pero, ¿y las ventajas que recuperaríamos? En primer lugar los políticos perderían el poder para malgastar nuestro dinero en cosas superfluas o gastos exagerados. El mercado de capitales no estaría en manos de los bancos sino que con unos altos coeficientes de reserva (prácticamente del 100%) todos los participantes tendrían lugar para dar su opinión.
El tipo de interés sería el real, lo marcaría el mercado y el rendimiento real de las inversiones no dependería del precio del dinero fijado por los bancos centrales. Finalmente se dispararía el ahorro y las inversiones que serían realizadas con más cuidado conducirían a un crecimiento más relajado pero continuo.
Sufriríamos crisis, claro que sí, pero serían mucho más leves y dependerían directamente de la evolución de la demanda, y afortunadamente ésta no estaría inflada por una burbuja crediticia.
La conclusión de esta serie es tremendamente sencilla. El monetarismo ha llegado demasiado lejos. Ha permitido unos niveles de endeudamiento mortales y seguimos en el mismo lugar que antes de la crisis. Es como si fuéramos un caballo de tiro que sólo puede mirar adelante y no nos pudiéramos dar cuenta de los caminos alternativos que nos rodean. Podríamos poner un poco de cordura en todo esto y encontrar una solución que no lo desmonte todo periódicamente.
Gabriel Colominas Bigorra, Presidente del Club Bismarck
“Replanteando la base monetaria”
1º Capítulo El oro, la plata y el origen del dinero
2º Capítulo La confianza da asco, el monopolio del dinero y la reserva fraccionaria
3º Capítulo ¿Cree Usted que el oro es dinero? Ron Paul y sus propuestas de dinero honesto
4º Capítulo La teoría austriaca del ciclo económico
5º Capitulo La culpabilidad de la banca

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