Ecuador: Explicando la dolarización, quince años después
Por Gabriela Calderón de Burgos
Recientemente estuvo en Quito el
economista Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, para dar una
charla en la Cámara de Comercio de Quito acerca de cómo defender la
dolarización en Ecuador.
Hanke considera que la dolarización le
ha brindado a la economía ecuatoriana el mayor periodo de estabilidad
desde fines del siglo XIX. Además, Hanke resalta que si hay algo que
deberían destacar los ecuatorianos como una ventaja singular ante los
inversores es precisamente el hecho de que al estar dolarizados, las
inversiones en nuestro país son libres de riesgo cambiario. No obstante,
agregó Hanke, la incertidumbre generada por el Gobierno acerca de las
reglas del juego hace que los inversores duden de la permanencia de la
dolarización.
Años atrás, luego de participar en los
esfuerzos para promover la dolarización en Ecuador, Hanke escribió un
ensayo en el que explica que esta viene a ser como el Estado de derecho
en la esfera monetaria. Allí dice: “Si el Gobierno retiene la opción de
devaluar, aquellos que poseen dinero emitido por el Gobierno se
enfrentan a la posibilidad de que sus derechos de propiedad sean
confiscados de una manera arbitraria… mediante devaluaciones. De tal
manera que los gobiernos que fracasan en proteger el valor del dinero
son culpables de no respetar el Estado de derecho”.
El populismo, en cambio, que puede ser
de izquierda o de derecha, siempre se rebela contra el Estado de derecho
y por eso es que ha habido una recurrente especulación durante la
administración de Rafael Correa acerca de la permanencia de la
dolarización en Ecuador.
Otra cuestión que Hanke explicó es que
las restricciones comerciales, como las salvaguardias, no resuelven
desequilibrios en la balanza comercial, sino que lo que se requiere es
simplemente eliminar el déficit fiscal. El presidente dijo ayer en el
debate económico que espera eliminar el déficit para 2018 y el Gobierno
todavía no ha anunciado cuándo se acabarán las salvaguardias y demás
restricciones al comercio que tanto han deprimido a los sectores que
ahora deberían estar creciendo más que en los años anteriores.
En otra ocasión, Hanke se refirió a la
explicación de Ronald McKinnon en su libro The Unloved Dollar Standard
(2013), en el que él explica que hay una relación positiva entre los
déficits fiscales y los déficits en la balanza comercial que ha
sostenido Estados Unidos respecto de China.
¿Qué tiene que ver esto con la balanza
comercial en Ecuador? Sucede que al estar dolarizados, los ecuatorianos
usamos una moneda que es aceptada universalmente. Cuando el gasto
público se dispara y no se genera la confianza que incentive a
incrementar la producción local, se aumenta la demanda agregada y esta
se satisface vía importaciones mientras que eventualmente se deprimen
las exportaciones. Además, mientras más aumenta el gasto público en
relación con el tamaño de la economía, más se reducen los recursos que
tiene a su disposición el sector productivo. Este efecto de
desplazamiento también se da con el crédito, que cada vez más financia
al Gobierno en lugar de financiar al sector privado.
No es un problema de la
dolarización, es un problema que tiene que ver con un Gobierno que con
sus incesantes dislates espanta el ahorro y las inversiones, todo lo
cual termina mermando la producción y la prosperidad de los ecuatorianos
a largo plazo.
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