-los cuales todavía podrán ser impugnados en los respectivos tribunales-, en otros han resultado sorpresivos.
Con esto se logra uno de los objetivos de la democracia, que es depositar el poder político en el voto en los ciudadanos, por lo que los resultados se conocen hasta después del proceso electoral.
Parece lejana la época en que se conocía al ganador de las elecciones antes de las mismas, cuando el presidente nombraba a los distintos candidatos a los puestos populares; mientras que hoy no se conocen los mismos sino [en algunos casos] incluso después de varios días de las elecciones por los distintos procesos de revisión de las votaciones.
Hay que destacar que a pesar de las dudas previas, parece que los electores sí tienden a castigar a los candidatos o gobiernos que no consideran capaces o que son vistos como corruptos.
Por otro lado, en el entorno internacional hay que destacar las elecciones presidenciales en Perú, en la cual ganó Pedro Pablo Kuczynski por un mínimo margen sobre Keiko Fujimori, la hija del expresidente del mismo apellido.
El primero es un reconocido financiero a nivel mundial que ha ocupado posiciones relevantes en distintas empresas globales y ha tenido elevados puestos durante varios gobiernos de su país, siendo considerado clave para el proceso de apertura y desregulación de aquella economía. Este proceso le ha permitido pasar de ser uno de los países más pobres de Latinoamérica a uno con crecimientos superiores a 11 por ciento en años pasados. Como presidente de ese país, estoy seguro de que seguirá siendo ejemplo para sus vecinos y para el resto del continente.
Por otra parte, sorprende que a pesar de que México es una de las economías más abiertas del planeta, se le dé poca importancia a lo que sucede en el resto del mundo.
Parte de lo que acontece internamente, tanto en el aspecto económico como en el político, tiene una causa externa.
Temas relevantes que nos deberían preocupar en la actualidad son el posible triunfo de Trump como presidente de Estados Unidos y las medidas económicas que podría tratar de llevar a cabo, que perjudiquen tanto a nuestro país como a su misma economía.
Un menor crecimiento en Estados Unidos tendría un gran grave impacto en México.
Otro tema preocupante es la posible salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y el aumento de las tasas de interés globales.
En nuestra economía existen temas positivos como el hecho que siga creciendo (2.8 por ciento anual en el primer trimestre del año), sobre todo apoyada en el mercado interno y en el financiamiento bancario (el cual crece por arriba de 10 por ciento real); la inflación se mantiene por debajo de 3.0 por ciento y el precio del petróleo ha tenido un repunte importante en semanas previas, lo cual apoya a las finanzas públicas.
Sin embargo, preocupa que el tipo de cambio siga deteriorándose, que el déficit de cuenta corriente siga elevado con una salida neta en la balanza de capitales y que las tasas de interés siguen subiendo, lo cual eleva el costo de la deuda pública.
Además, la inversión fija bruta creció en marzo sólo 1.0 por ciento anual, insuficiente para mantener el actual dinamismo económico.
En conclusión, aunque la economía nacional sigue creciendo, se están acumulando nubarrones en el horizonte, sobre todo internacionalmente, que presagian un escenario más difícil en los siguientes trimestres.
Por lo mismo, es correcta la estrategia de las autoridades de fortalecer las finanzas públicas y la posición de liquidez de las instituciones financieras.
Por su parte, las distintas empresas deberían diseñar estrategias para enfrentar la volatilidad que habrá en los mercados, pero también para aprovechar las oportunidades que se presenten.
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