La preocupación en México sobre los resultados son los posibles efectos en el corto plazo dentro de la economía, siendo la respuesta una mayor volatilidad en el tipo de cambio, pero no sólo para México, sino también para la mayoría de las monedas de los países emergentes, ya que se registrarían movimiento de capitales como consecuencia de la mayor aversión al riesgo. Sin embargo se esperaría que la volatilidad quede atrás en la medida en que se comience a clarificar la forma en que se llevaría la nueva relación con la Unión Europea, lo que se reflejaría en una mayor estabilidad de las monedas.
Durante el periodo de volatilidad, no se descartaría una posible intervención de las autoridades financieras y monetarias mexicanas con el objetivo de frenar la depreciación de la moneda, para con ello dar certidumbre a los mercados sobre la fortaleza de la economía evitando una mayor salida de capitales. Incluso pudiera pensarse que el Banco de México decidiera incrementar las tasas de interés de forma anticipada, claro en caso de que la volatilidad permaneciera durante un periodo más largo de lo esperado.
El autor es EGADE Business School Monterrey, Director del Departamento de Finanzas y Economía.
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