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Thursday, December 15, 2016

¿Por qué el dólar sigue siendo la divisa de reserva mundial?


Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial dos años después de que empezara, pero antes de eso vendió grandes cantidades de productos del país a las fuerzas aliadas: armas, material de guerra, barcos y otras cosas. Las facturas de todos estos productos y materiales se pagaron en oro y las reservas estadounidenses de este metal se convirtieron en las mayores del mundo.
En 1944, cuando un resultado victorioso de la guerra era bastante predecible, los representantes de las naciones aliadas y sus banqueros centrales se reunieron en Bretton Woods en New Hampshire, donde se acordó que (a) el dólar de EEUU se aceptaría como divisa de liquidación del comercio internacional; (b) el dólar de EEUU sería convertible en oro a la vista con una tasa fija de 35$ la onza y (c) se crearía el Fondo Monetario Internacional (FMI) para asegurarse de que EEUU cumpliera lo prometido y mantuviera el cambio acordado controlando la oferta de sus dólares.



Oro: La primera “divisa de reserva” del mundo

Así es como el dólar de EEUU se convirtió en la “divisa de reserva” del mundo. Este término deriva del hecho de que la divisa original de reserva era el oro, en el sentido de que las deudas comerciales se liquidaban con las reservas de oro del país deudor.
Sin embargo, tanto por seguridad como por comodidad, el dólar de EEUU se convirtió en la divisa de reserva del mundo porque se garantizaba que era totalmente convertible. En tiempos anteriores, la libra británica había mantenido una posición similar, principalmente porque se confiaba en que el Banco de Inglaterra mantuviera una relación constante entre el valor del esterlina y el oro. Por ejemplo, las importaciones francesas de bienes italianos confían pagarse en esterlinas, tomando reservas esterlinas mantenidas en el Banco de Francia, que los exportadores italianos estarían encantados de aceptar.

Estados Unidos abandona la última relación con el oro

En los años posteriores a la guerra el FMI fracaso completamente en su propósito fundacional. A lo largo de la década de 1950 y principios de la de 1960, EEUU siguió imprimiendo dólares independientemente de si podían canjearse dichos dólares en oro a 35$ la onza. En la práctica estaban pagando sus importaciones con moneda falsa.
En 1958, el general Charles de Gaulle se convirtió en presidente de Francia y advirtió con cierta alarma que el banco central francés estaba lleno de dólares de EEUU y que las exportaciones francesas a EEUU (vino, queso, maquinaria, automóviles, ropa, etc.) se pagaban aún con más dólares. En 1969, de Gaulle dio instrucciones a su asesor económico, Jacques Rueff, para convertir en oro el 80% de los dólares que tenían, al tipo oficial de 35$ la onza.
Otros banqueros centrales advirtieron a su vez esta conversión y empezaron pronto a hacer lo mismo. En 1971, las reservas de oro de Estados Unidos habían disminuido seriamente y el Presidente Nixon adoptó la vía cobarde de eludir el problema sencillamente declarando que las existencias de dólares ya no eran convertibles en oro, sacando en la práctica a EEUU de lo que quedaba de un patrón oro.
(Haciendo un aparte, Nixon podría haber afrontado la realidad de la destrucción sistemática del dólar de EEUU a lo largo de las décadas anteriores. Podría haber devaluado el dólar estableciendo un valor revisado en términos de oro. El profesor Patrick Barron ha realizado cálculos aproximados que sugieren una verdadera relación entre dólares y oro en 1971 en torno a los 400$ la onza. Si esto es correcto, significa que el dólar perdió casi el 90% de su poder adquisitivo en los 27 años que van de 1944 a 1971).

Dinero fiduciario sin restricciones

Muchos lectores conocerán la historia de El aprendiz de brujo, basada en un poema de Goethe, en la que el vago aprendiz, en ausencia de su maestro, hace sus tareas encantando a su escoba para que recoja agua en su lugar. Pero no conoce la fórmula mágica para desencantarla, así que ve con desesperación y creciente horror que la escoba transporta cada vez más agua hasta que toda la casa rebosa.
En lugar de agua, en este caso pensad en dólares. El brujo, por supuesto, es el Tesoro de EEUU y el caprichoso pero desatinado aprendiz es la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos. Al eliminar las relaciones del dólar con el oro en 1971, la creación de dinero fiduciario por parte del Tesoro de EEUU despegó hacia su mejor momento. En los años siguientes, Estados Unidos fue una gran potencia mundial en todos los sentidos y, en particular, un enorme importador de bienes y servicios (¡e igualmente un enorme exportador de títulos del Tesoro denominados en dólares para liquidaciones!). Como consecuencia, el 80% de las reservas de los bancos centrales del mundo estaban en forma de dólares de EEUU. Desde entonces, al hacerse más recelosos los gobiernos de todo el mundo con respecto a la capacidad del Tesoro de EEUU de mantener el poder adquisitivo de sus dólares en el exterior, ese porcentaje ha caído a en torno al 60%.
Incluso hoy se estima que los dólares de EEUU en poder de bancos centrales extranjeros suman unos cinco billones de dólares, de los cuales el Banco de China y el Banco de Japón poseen un billón cada uno.
Las importaciones estadounidenses se pagan en dólares fiduciarios. Si, por ejemplo, el yuan chino desafiara gradualmente al dólar de EEUU como un mejor almacén de valor medido frente al oro, la hegemonía del dólar se vería seriamente socavada y todos esos dólares de EEUU guardados en el extranjero encontrarían en su momento su camino de vuelta a EEUU, generando una inflación masiva.
El gobierno estadounidense sigue adelante con su fraude sobre su propio pueblo, buena parte porque los países que comercian con Estados Unidos son completamente cómplices en la quimera de la credibilidad del dólar. Después de todo, el impacto potencial sobre los niveles de empleo de sus industrias locales sería calamitoso si se perdieran las ventas estadounidenses

¿Por qué el dólar sigue siendo la divisa de reserva mundial?


Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial dos años después de que empezara, pero antes de eso vendió grandes cantidades de productos del país a las fuerzas aliadas: armas, material de guerra, barcos y otras cosas. Las facturas de todos estos productos y materiales se pagaron en oro y las reservas estadounidenses de este metal se convirtieron en las mayores del mundo.
En 1944, cuando un resultado victorioso de la guerra era bastante predecible, los representantes de las naciones aliadas y sus banqueros centrales se reunieron en Bretton Woods en New Hampshire, donde se acordó que (a) el dólar de EEUU se aceptaría como divisa de liquidación del comercio internacional; (b) el dólar de EEUU sería convertible en oro a la vista con una tasa fija de 35$ la onza y (c) se crearía el Fondo Monetario Internacional (FMI) para asegurarse de que EEUU cumpliera lo prometido y mantuviera el cambio acordado controlando la oferta de sus dólares.


Thursday, August 18, 2016

La manipulación de la divisa por Estados Unidos está viva y coleando

dollar puzzle
El mes pasado, los banqueros centrales y líderes financieros del Grupo de las 7 economías más desarrolladas (G-7) se reunieron en Sendai para discutir sobre la economía global en su conjunto. Como cabía esperar, Estados Unidos advirtió a Japón, un país con su divisa bajo vigilancia de EEUU, que se cuidara de dar más pasos para manipular su moneda. Esta advertencia se produjo como consecuencia de que el ministro de finanzas, Taro Aso, sugiriera que su país estaba “preparado para llevar a cabo intervenciones” en el mercado de moneda extranjera para debilitar el yen.
La hipocresía de la orden del Secretaria del Tesoro de EEU, Lew, es risible. Igual podría haber dicho a Japón: “Somos Estados Unidos, somos poderosos y tenemos permitido crear normas que tenemos permitido incumplir”, porque esa es indudablemente la implicación de sus palabras.



Históricamente, EEUU ha sido el primer animador mundial para la manipulación de la divisa. EEUU no solo ha animado y ayudado a Japón en su esfuerzo por mantener bajo el valor del yen, sino que también a imitado la propia política monetaria amiga de las exportaciones en tiempos de pánico.

¿Qué es manipulación de la divisa?

La manipulación de la divisa se produce esencialmente cuando un país debilita artificialmente el valor de su moneda para aumentar sus exportaciones netas. Puede hacerse de una de dos maneras:
  1. Comprando divisa extranjera en el mercado de moneda para aumentar su poder adquisitivo.
  2. Utilizando una política monetaria blanda para incrementar la inflación, recortar los tipos de interés y reducir el poder adquisitivo nacional.
Supongamos que hacen falta 10 yenes japoneses para comprar 1 dólar. Supongamos también que el gobierno japonés no está contento con los totales de exportación y quiere vender más bienes a Estados Unidos. Los japoneses optan por fijar esto a través de la Vía A: compran miles de millones de dólares con su divisa aumentando la oferta de yenes en el mercado y disminuyendo la oferta de dólares. Como consecuencia, el yen deprecia su valor cambiando la tasa de cambio EEUU-Japón a 110:1.
Traducción: Los estadounidenses pueden ahora comprar bienes japoneses por menos dólares, mientras que los bienes de EEUU se han hecho cada vez más caros para el ciudadano medio japonés.
Alternativamente, los japoneses podrían haber elegido laVvía B y simplemente imprimir más yenes. La mayor oferta de yenes habría llevado a inversores escépticos a vender bonos y acciones japoneses y comprar otros extranjeros, disminuyendo así el poder adquisitivo del yen.
En ambos casos se logra el objetivo subyacente: los consumidores de EEUU empiezan a comprar más bienes japoneses porque pueden conseguir más por menos.

Los efectos de la devaluación

¿Es la manipulación de la divisa una política económica sensata? Absolutamente no. Los japoneses están esencialmente subvencionando bienes baratos a Estados Unidos. Es verdad que los propietarios más ricos de las industrias exportadoras japonesas pueden beneficiarse del aumento en las ventas, pero el recorte en el poder adquisitivo tiene que afectar a algunos. En este caso daña a los trabajadores japoneses, quienes, en ausencia de un aumento en sus pagas, están sometidos a rentas reales que disminuyen.
Por supuesto, la manipulación de divisas también distorsiona la estructura de producción y entrometerse en el mercado laboral nunca es bueno. La intervención en el tipo de cambio ha hecho que Japón obtenga una cantidad desproporcionada de trabajos en manufacturas y que EEUU obtenga una cantidad desproporcionada de trabajos en el sector servicios. Estas distorsiones del mercado están perjudicando a ambos, porque la ventaja comparativa en la economía global sería indudablemente más alta del General en ausencia de intervención pública.
Y desde un punto de vista holístico, la manipulación de la divisa no es buena para ninguno de los dos, pero es hipócrita por parte de Estados Unidos atacar a Japón por considerar más intervenciones del tipo de cambio cuando el propio EEUU ha sido un participante destacado en las guerras de divisas globales.

Japón ha ayudado a la devaluación de EEUU

Históricamente EEUU (un receptor de importaciones baratas) ha animado a la devaluación del yen e incluso ha ayudado a financiar su declive. Por ejemplo, desde septiembre hasta octubre de 2003, Japón vendió 2,7 billones de yenes para devaluar su divisa. El ministro de finanzas de Japón confirmó que muchos de ellos fueron comprados por Estados Unidos a través de la Reserva Federal de Nueva York.
Sin embargo, en algunos casos EEUU ha pensado que su propia divisa era demasiado fuerte. En esos casos ha intervenido en el mercado de cambio de moneda para devaluar el dólar, incluso recibiendo ayuda de países como Japón para hacerlo.
Esto pasó de 1997 a 1998, cuando el poder adquisitivo del dólar aumentó frente al yen en casi un 15%. En un intento de combatir su rápida apreciación la Fed de Nueva York compró yenes por valor de 800 millones de dólares. Como se puede ver en el gráfico siguiente, de diciembre de 1997 a junio de 1998, Japón no fue el único en rebajar artificialmente su divisa. El país estaba en realidad reforzando el valor del yen vendiendo decenas de miles de millones de dólares para ayudar a EEUU a devaluar su divisa:
Japan Intervention: Janpanese Bank purchases of USD against JPYAsí que, si el gobierno de EEUU quiere continuar mostrando una retórica de manipulación anti-divisa, es mejor que explique por qué tiene sus propias manos en el mercado de tipos de cambio.

La enorme devaluación de la flexibilización cuantitativa de EEUU

Pero EEUU no solo manipula su divisa de través de la Vía A. Lo hace a través de aumentar su oferta monetaria mucho más a menudo. El ejemplo más memorable de esto en la historia reciente se produjo al calor de la crisis financiera de 2008. Con millones de empleos estadounidenses perdidos, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Hank Paulson, estaban desesperados por impulsar el PIB de EEUU de cualquier manera posible. Lo hicieron manipulando la divisa a través de una política monetaria blanda, recortando el tipo de los fondos federales y luego empezando inmediatamente el tristemente famoso programa de flexibilización cuantitativa.
De noviembre de 2008 (el inicio de la QE1) a junio de 2011 (el final de la QE2), las existencias de dinero M2 aumentaron en más de un billón. No es sorprendente que esta expansión de la oferta monetaria contribuyera a que la tasa spot dólar-yen se desplomará del 96,89 a 80,49 durante ese periodo:
¿Y qué trabajo un declive en la tasa spot EEUU-Japón? Por supuesto, las exportaciones de bienes de EEUU a Japón se dispararon:
US Exports of Goods to JapanAunque la tasa spot empezó a aumentar poco después de la QE2 como consecuencia de su propia gran flexibilización monetaria, sigue estando claro: EEUU usó el poder de la imprenta para manipular a la baja su divisa en un claro intento de aumentar artificialmente las exportaciones netas.

El yen se recupera

Gracias a Dios, los países no pueden manipular sus divisas eternamente. El baile tiene que acabar alguna vez en la economía de Japón es un ejemplo apropiado de este hecho. A la economía japonesa no le va muy bien en estos días. El país, que depende de las exportaciones, no parece debilitar el yen con respecto al dólar. De hecho, el yen alcanzó recientemente su posición más fuerte frente al dólar desde octubre de 2014.
Japón se está quedando sin opciones. Su tipo de interés se encuentra actualmente en el -0,1%, así que estaría muy presionado para debilitar se a través de una mayor expansión de la oferta monetaria. Su único otro recurso es intervenir en el mercado de cambio de moneda por primera vez desde 2014 y por eso su ministro de finanzas, Taro Aso, insinuó recientemente que su país podría pronto pretender hacerlo.
Aunque una mayor manipulación de la divisa esté lejos de ser lo ideal, EEUU no puede en modo alguno criticar a Japón por ello. Con el dólar como divisa de reserva mundial de hecho, EEUU no debería gobernar como un matón de patio de colegio, ni debería usar un mantra de “haz lo que digo, no lo que hago”. Debería, o liderar con el ejemplo, o sentarse y callar. Pero cuanto antes elija lo primero, antes se detendrá completamente la práctica de la manipulación de la divisa y antes se restaurará algún grado de sensatez fiscal para la economía global.

La manipulación de la divisa por Estados Unidos está viva y coleando

dollar puzzle
El mes pasado, los banqueros centrales y líderes financieros del Grupo de las 7 economías más desarrolladas (G-7) se reunieron en Sendai para discutir sobre la economía global en su conjunto. Como cabía esperar, Estados Unidos advirtió a Japón, un país con su divisa bajo vigilancia de EEUU, que se cuidara de dar más pasos para manipular su moneda. Esta advertencia se produjo como consecuencia de que el ministro de finanzas, Taro Aso, sugiriera que su país estaba “preparado para llevar a cabo intervenciones” en el mercado de moneda extranjera para debilitar el yen.
La hipocresía de la orden del Secretaria del Tesoro de EEU, Lew, es risible. Igual podría haber dicho a Japón: “Somos Estados Unidos, somos poderosos y tenemos permitido crear normas que tenemos permitido incumplir”, porque esa es indudablemente la implicación de sus palabras.