Monday, November 14, 2016

Economistas de peluquería II




“PARECIERA SER QUE TODOS LOS PAÍSES DE ORIENTE, ESPECIALMENTE CHINA, HAN APRENDIDO LA LECCIÓN Y SE DISPONEN A IMPLEMENTAR LOS CAMBIOS REQUERIDOS PARA QUE LOS MERCADOS FUNCIONEN SIN INTERFERENCIAS. PERO EN AMÉRICA LATINA, ESTAMOS REGRESANDO AL CÍRCULO DE ESTUPIDEZ DEL BURRO DE LA NORIA KEYNESIANO. ”



RICARDO VALENZUELA
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Afirmaba el gran Murray Rothbard: “No es crimen ser ignorante en economía, pues es una ciencia complicada y de gran especialización. Pero si es totalmente irresponsable el expresar vociferantes opiniones económicas habiendo permanecido en ese estado de ignorancia.”
En relación a este tema la semana pasada publicamos un artículo que titulamos “Economistas de Peluquería”.
El día de hoy, los voceros de la cumbre iberoamericana que se lleva a cabo en Paraguay hacen una sesuda notificación: “Estos países entregan, de forma tajante, la responsabilidad del desarrollo de sus economías al Estado no al mercado”. Regresa el burro de la noria.



Más tarde, al hojear las páginas de un diario, encuentro un reporte de una conferencia servida por un prestigiado investigador de cierta “Universidad Autónoma” que, junto con la declaratoria de los iberoamericanos, vale la pena analizar como casos clásicos de “ignorancia e irresponsabilidad en economía”, con sus fatales resultados.
El investigador afirma la necesidad que México tiene de cambiar su modelo económico, en lo que estamos de acuerdo. Afirma también que nuestro país no debe depender en su desarrollo del Fondo Monetario Internacional, con lo que también estamos 100% de acuerdo. Sin embargo, hasta ahí llegan los acuerdos. 
Afirma que debemos de aprender de la experiencia de Corea del Sur en donde han obtenido crecimientos económicos hasta de un 11%. Lo que no dice es que esos crecimientos los obtuvieron en los 70s y 80s para después en los 90s caer en una grave crisis producto de un capitalismo de estado que se agotó.
En el verano de 1997 la economía de Corea del sur y las de todos los tigres asiáticos, entraron en una grave recesión que se inició con la devaluación de Tailandia. Los únicos países del área que permanecieron inmunes a la crisis, fueron los que sus economías habían sido construidas bajo el modelo angloamericano de verdaderos mercados libres como Singapur y Hong Kong. La recesión mostró con crudeza los ineficientes sistemas de asignación de capitales del resto, los cuales siempre habían dependido de sus gobiernos para proteger sus mercados y para allegarles los recursos requeridos.
Corea del Sur, al igual que otros países asiáticos bautizados los “tigres,” siguieron el modelo de desarrollo implementado en Japón al que los revisionistas llamaron “el capitalismo del futuro” y presionaban a Washington para que lo adoptara. Un capitalismo con una activa participación del Estado, comercio internacional manipulado en el cual el Estado escogía los ganadores y perdedores. Un capitalismo en el que los mercados siempre estuvieron manoseados a favor del grupo en el poder. Sin embargo, hace veinte años Japón cayó en una profunda recesión y sus mercados financieros perdieron el 70% de su valor, sus bienes raíces el 80%, la banca se encuentra ante un posible FOBAPROA de más de 2 Trillones de dólares, y su deuda en los siguientes años deba alcanzar más del 200% de su PIB. 
La segunda sesuda recomendación de este investigador es “una pequeña devaluación,” pues afirma que nuestra moneda se encuentra sobre valuada. Aparentemente este señor no aprendió de la debacle de 1994-95. No es posible que todavía tengamos en México este tipo de “catedráticos” promoviendo lo que durante los años 70, 80 y 90 nos sumió en la pobreza y la desesperación. Si algo necesita en estos momentos nuestro país, es una moneda fuerte que atraiga la inversión internacional y no que la ahuyente, una moneda fuerte para controlar la inflación, una moneda que garantice nuestra participación en los mercados internacionales de capital. Señor investigador; no necesitamos otro efecto tequila, otro Fobaproa, no necesitamos trabajadores mexicanos con salarios miserables que producen las devaluaciones.
Sigue después solicitando del nuevo gobierno una “política industrial” que destine más subsidios para los sectores productivos. Parece que este señor se durmió durante la administración de Echeverría y acaba de despertar. No se da cuenta que ahora vivimos en un nuevo mundo regido por los mercados, en el cual los “subsidios”—que no son más que transferencia de un sector de la población a otro, es decir, me quitan a mí para darte a ti—están desapareciendo porque está  comprobado que nunca han funcionado; Al contrario, han hecho que las economías se hagan perezosas, ineficientes, y se forme otra capa dependiente del estado que fue la estrategia de control priista durante 70 años.
Finalmente solicita se regule más a los bancos para resolver los problemas de “ajiotismo” que él detecta. Argumenta el que los préstamos en México se cotizan a tasas de más de 10%, mientras que en EU y Canadá no pasa de 3%. En primer lugar el señor está equivocado, puesto que el Prime Rate y el Libor son las tasas de referencia de los tipos de interés a nivel mundial y en estos momentos, con las parrandas del FED, tal vez empiecen a pagar intereses para colocar préstamos. El gran problema de la economía mundial en estos momentos, es la visible mano del FED que destruye todo lo que toca. Lo que México y el mundo necesitan, es un mercado libre de dinero privado y respaldado con oro y plata, no los confetis adornados con figuras de los “héroes de la patria”.  
Ahora, tal vez el señor se refiera a los pocos préstamos en dólares que hay en estos momentos en México. Si es así, son prestamos operados por la “banca de promoción” del gobierno—en donde se llevan un “pequeño spread.” Es decir, al Banco de México le llegan los recursos, digamos, al 6%, y el mismo banco los hace llegar a los usuarios mínimo al triple, es decir, el 18%. De esa forma el gobierno ha mantenido el monopolio de los recursos de los mercados internacionales de capital, mismos a los que solo acceden directamente las grandes empresas mexicanas, más no las medianas y pequeñas. Lo que en México se necesita señor investigador, es un mercado de bonos de alto rendimiento y, sin duda, un Milken mexicano que lleve a esa empresas de la mano a los mercados de capital. 
Los países asiáticos en estos momentos empiezan a asomar la cabeza después de las tempestades que los azotaron durante los últimos años producto del derrumbe del modelo Japón Inc. En Japón inclusive se está presentando por primera vez un enfrentamiento entre los viejos líderes políticos que quieren mantener el status quo, y el que han llamado grupo Reagan japonés que pretende derrumbar las viejas barreras Keynesianas y aplicar las recetas Supply—Side para salir de la ya larga crisis. 
Pareciera ser que todos los países de oriente, especialmente China, han aprendido la lección y se disponen a implementar los cambios requeridos para que los mercados funcionen sin interferencias. Pero en América Latina, como ya lo señalamos, estamos regresando al círculo de estupidez del burro de la noria keynesiano. Afirmaba también Rothbard: “Lo único bueno de Marx, es que no era Keynesiano. ¡Que se encierren los economistas en sus peluquerías!

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