Tuesday, December 13, 2016

Yo no soy neoliberal




¿QUÉ ES LIBERALISMO O LIBERTARIANISMO? ES SIMPLEMENTE LA FILOSOFÍA DE LA LIBERTAD DE LOS SERES HUMANOS. ES LA FILOSOFÍA QUE PROMUEVE LA IDEA DE QUE TODOS LOS SERES HUMANOS TIENEN EL DERECHO DE VIVIR SU VIDA DE LA FORMA QUE ELLOS LO DECIDAN, SIEMPRE Y CUANDO AL HACERLO, NO HIERAN, LASTIMEN, Y RESPETEN EL MISMO DERECHO DE LOS DEMÁS.”


RICARDO VALENZUELA Octubre 2008
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Hace algunas semanas se cumplió el aniversario número quince de mis colaboraciones en los diferentes medios que me favorecen con sus publicaciones. En estos quince años debo de haber recibido cientos de mensajes electrónicos de las personas que me favorecen con la lectura de mis escritos. En una gran mayoría tales comunicaciones han sido muy positivas, pero a mucha gente también le intriga conocer cuál es mi verdadera filosofía de pensamiento puesto, como ellos mismos lo dicen, no me identifican con ningún partido o corriente política de las existentes en México. Y particularmente les llama la atención mi mensaje de libertad económica total y brutal.



Mi filosofía de pensamiento es liberal o libertaria, depende en dónde se me pregunte. No soy neoliberal, no soy neonazi como algunos de mis amigos perredistas lo aseguran, no soy conservador estilo EU, no soy capitalista de ultraderecha, no soy anarquista, no, simplemente soy liberal o libertario, dependiendo de en qué lugar se me pregunte. ¿Por qué depende en donde se me pregunte? Sencillo, la palabra liberal por siglos se identificó a nivel mundial con las corrientes de libertad, de emancipación de la gente principalmente de los opresivos gobiernos, pero también de la opresión de las sociedades aristócratas y las monarquías. Sin embargo, en EU a partir del ataque de Roosevelt a las libertades de los americanos en los años 30s, los enamorados del estatismo, colectivismo, el estado controlador de la vida de sus ciudadanos, plagiaron el término liberal. Es decir, en EU los liberales son los promotores del control estatal, del socialismo, del estado repartidor.

En los EU pues, la corriente estatista -los perredistas americanos- son los que ahora usan el término liberal. Al presentarse esa situación, los liberales originales, los herederos de JeffersonPaineCoolidge, etc., los discípulos de Milton FriedmanRothbardVon Mises, Hayek, tuvieron que adoptar otro nombre, ahora ellos se autobautizaron “libertarios”. Fuera de EU ser liberal es ser enemigo del estatismo, del colectivismo. En EU ser liberal es ser promotor del control estatal, altos impuestos para redistribuir la riqueza, del estado paternalista y solucionador de los problemas más personales de la sociedad. En EU ser libertario es ser amante de la libertad, amante de los mercados libres sin interferencia gubernamental, enemigo del socialismo.

Ahora, ¿qué es liberalismo o libertarianismo? Es simplemente la filosofía de la libertad de los seres humanos. Es la filosofía que promueve la idea de que todos los seres humanos tienen el derecho de vivir su vida de la forma que ellos lo decidan, siempre y cuando al hacerlo, no hieran, lastimen, y respeten el mismo derecho de los demás. Los liberales o libertarios defienden el derecho de todos los seres humanos a la vida, la libertad, y la propiedad -derechos que poseemos de una manera natural, antes inclusive de que los gobiernos fueran creados.

Los liberales o libertarios pensamos que todas las relaciones humanas deben ser voluntarias; las únicas acciones que deberían ser prohibidas por ley, son aquellas que implican la iniciación de fuerza contra aquellos que a su vez no la usan -acciones como asesinatos, violaciones, robos, secuestros etc. Creemos que los gobiernos deberían de existir sólo para proteger los derechos de los ciudadanos, para protegernos de aquellos que pudieran usar la fuerza en contra de nosotros. Cuando los gobiernos usan su fuerza contra gente que no ha violado los derechos de otros, entonces esos gobiernos se convierten en los violadores. Nosotros, liberales o libertarios, condenamos y nos oponemos a acciones gubernamentales como el reclutamiento militar obligatorio, la censura, el control de precios, salarios mínimos, subsidios, confiscación de propiedad, y la regulación de nuestras vidas personales y económicas.

Las pirámides del liberalismo—libertarianismo son varias:

1.      Individualismo: Nosotros vemos al individuo como la unidad básica de nuestro análisis social. Solamente los individuos toman decisiones y deben ser responsables de sus acciones. Enfatizamos en la dignidad de los individuos, lo que involucra derechos, pero también responsabilidades. Las organizaciones sociales o de la sociedad civil son y deben ser promovidas por los individuos no las marañas estatistas. La sociedad debería de organizarse de la base de la pirámide hacia arriba, partiendo del individuo, siguiendo con las organizaciones de la sociedad civil, hasta llegar a tener un gobierno realmente al servicio de la sociedad, y emanado del pueblo.

2.      Derechos individuales: Porque los individuos son agentes morales, tienen el derecho a la seguridad de su vida, libertad, y propiedad. Estos derechos no han sido concedidos por los gobiernos o la sociedad; son inherentes en la naturaleza humana. El atentar contra esos derechos, es una violación. La función fundamental de los gobiernos debería ser el proteger esos derechos. Es decir, la función fundamental de un gobierno debería ser el proteger vida, libertad, propiedad, y contratos, más de eso es intrusión. En México por años hemos tenido instituciones que atentan contra esos derechos; la principal; nuestro sistema judicial corrupto, la secundaria; la gloriosa reforma agraria, la tercera; nuestro perjudicial sistema impositivo.

3.      Orden espontáneo: La sociedad requiere de un buen grado de orden para que los individuos sobrevivan y progresen. La mayoría de la gente asume que ese orden debe ser impuesto por una autoridad central. El orden de la sociedad debe de darse de una manera espontánea como producto de las acciones de millones de individuos que coordinan sus propias acciones con otros para lograr sus propósitos. Las instituciones más importantes de la humanidad -lenguaje, ley, dinero, y los mercados- se desarrollaron de forma espontánea, sin una dirección central. Si ese orden se busca en la dirección del estado, fácilmente caemos en la tiranía.

4.      Vigencia de la ley: Promovemos una sociedad regida por la ley, en la cual los individuos son libres para construir sus vidas siempre y cuando respeten el mismo derecho de los demás. Los individuos deben de ser gobernados por preceptos legales generalmente aplicados y espontáneamente desarrollados, no por mandatos arbitrarios, dogmáticos, y autócratas; y esos conceptos deben proteger la libertad de los individuos para buscar su felicidad de la manera que ellos lo consideren, respetando esos preceptos legales. En un estado liberal pues, es neurálgico el contar con un sistema judicial limpio, profesional, independiente y honesto.

5.      Gobierno limitado: El gobierno es una institución peligrosa. Los liberales—libertarios tenemos una gran antipatía hacia la concentración de poder, puesto que Lord Acton afirmaba: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto, corrompe absolutamente.” El poder debe estar limitado y dividido, eso se logra limitando al gobierno a través de una constitución en la que se enumeren y limiten los poderes que la gente ha delegado en ese gobierno. Hay evidencia de que la dispersión de poder en la Europa de los siglos XVIII y XIX fue lo que produjo una gran libertad individual y sobretodo un gran progreso. Esta urgente necesidad se manifiesta dramáticamente en estos momentos en México con los enfrentamientos presupuestales. Claro, queremos un estado educador, combatidor de la pobreza, curador, proporcionador de vivienda, capacitador, consolador, garantizador, etc., no hay presupuesto que alcance.

6.      Mercados libres: El mercado es una institución social que se desarrolla espontáneamente por individuos como un mecanismo para la eficiente satisfacción de sus necesidades. Los mercados libres es el sistema económico de individuos libres indispensables para crear riqueza, prosperidad y progreso. Para sobrevivir, los individuos necesitan desarrollar actividades económicas. El derecho que tenemos a la propiedad, nos da también el derecho de intercambiar esa propiedad a través de acuerdos mutuos con otros participantes en el mercado, sin intervención o coerción del estado. La gente será más libre y próspera si la intervención gubernamental en la vida económica del individuo se mantiene al mínimo. El estado no debería tener función alguna en la vida económica de la sociedad más que la de proteger el cumplimiento de los contratos.

7.      La virtud del la Producción: La revolución liberal del siglo XVII fue una reacción en contra de los monarcas y los aristócratas que vivían del trabajo del oprimido pueblo. Los liberales defienden el derecho de la gente de mantener para sí mismos los frutos de su trabajo. Este esfuerzo desarrolló un gran respeto a la dignidad del trabajo y la producción. Hay dos clases de gentes en la sociedad; los que trabajan y producen, y los que viven de los que trabajan y producen. Los que crean la riqueza, y los que la toman a la fuerza de esos que la producen. Jefferson escribió en 1824: “Tenemos más gobierno del que necesitamos, tenemos muchos parásitos viviendo del trabajo de los demás.” La gente tiene el derecho de mantener en su poder los frutos de su trabajo, pero los políticos y los burócratas constantemente se los están arrebatando para “redistribuirlo”, desalentando de esa forma a los que trabajan y verdaderamente producen.

8.      Armonía natural de los intereses individuales: Los liberales creen en una armonía natural de intereses entre gente pacífica y productiva en una sociedad justa. El plan muy personal de un individuo puede estar en conflicto con los planes de otros miembros de la sociedad, es cuando el mercado hace que algunos cambien o modifiquen esos planes. De esa forma todos prosperamos en un sistema de libre mercado, sin conflicto entre los diferentes participantes. Solamente cuando el gobierno empieza a otorgar recompensas con base a presiones políticas, enfrentamos conflictos de grupos y se inicia la competencia para lograr una porción de ese poder político.

Hemos abandonado el siglo XX, un siglo en el que se ha tratado de encontrar la solución de todos los problemas de la sociedad en ese ser amorfo; el estado, la desilusión con el socialismo y otras formas de colectivismo es sólo un aspecto de un campo mucho más amplio en esa pérdida de fe en el estado como agente de benevolencia. El estado fue el gran ganador del siglo XX; y fue también el gran fracaso. Para cuando se firmaron los acuerdos de Versalles, la mayoría de los pensadores creyeron que un estado agigantado podría lograr la ansiada felicidad de los seres humanos, pero para finales de los 80s, esa visión era sólo mantenida por unos cuantos necios. El experimento había sido tratado y probado; y miserablemente había fallado. El estado había comprobado ser un irresponsable dilapidador de dinero, un elemento sumamente negativo en el destino de los países. Al final de este glorioso siglo, también ha probado ser un cruel instrumento de pérdida de tiempo. Por algo lo llaman el siglo perdido.

Al cerrar el último capítulo del siglo y milenio, los países que crearon y desarrollaron el liberalismo-libertarianismo, son los que han establecido el liderazgo económico, político, tecnológico, y social sobre el resto del mundo. Inglaterra fue el precursor con pensadores como Adam SmithJohn Locke, J. S. Mill, David Hume, y su heredera moderna Margaret Thatcher. En los EU Jefferson, Washington, MadisonPaine le dieron vida al concepto en el nuevo mundo, y casi a finales del siglo su heredero RonaldReagan los reivindicó. Estados Unidos creó a finales de la segunda guerra mundial a Japón y Alemania a su imagen y semejanza. Los países de habla inglesa sin duda se dirigen al portal del siglo XXI con la frente en alto y gran optimismo. Son los líderes del mundo. Son los países odiados por Fidel Castro y Hugo Chávez, admirados alrededor del mundo por todos los hombres de buena voluntad.

Ante la novedosa y regenerada ola de estatismo que cubre al mundo e inclusive amenaza con arropar al país que fuera formado por el liberalismo, los EU, sólo unas palabras de precaución: Los colectivistas, los estatistas, los intervencionistas, los revisionistas miserablemente han fallado, es ahora el siglo de los liberales—libertarios.

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