Wednesday, July 13, 2016

El socialismo y su igualdad material venden; el liberalismo y la responsabilidad individual no

Libro de Tucker
Cuántas veces no hemos escuchado que el fundamento de determinadas medidas es en pro del bienestar social, interés común, igualdad material, solidaridad, justicia social, etc.
Sin un análisis profundo de lo que puede significar cada una de estas frases, cualquiera podría sentirse protegido por las medidas dictadas con este fundamento.
Pero si empezamos a desmontar cada una de esas frases veremos que las medidas que en apariencia estarían destinadas a protegernos, las mismas constituyen una autorización al Estado para una mayor actuación, que se traduce en menor posibilidad para los particulares de ejercer sus derechos y libertades.



Pero incluso haciendo este análisis y una labor de divulgación, el socialismo sigue vendiendo.
Frente a este panorama, el libro Milagros del sector privado y crímenes del sector público de Jeffery Tucker (publicado por Unión Editorial, Madrid, 2014) resulta un compendio de ideas nuevas e irreverentes para abonar al duro y largo camino de la difusión de las ideas de libertad.
Por ejemplo, de una forma divertida Tucker advierte del atraso al que nos lleva el sector público en contraposición con los avances que ofrece el sector privado al señalar que: «El mundo de Los Supersónicos es nuestro mundo: impactantes avances tecnológicos, una cultura burguesa firmemente arraigada, una cultura de la empresa que es el verdadero origen del bienestar (…) El gobierno sigue siendo Los Picapiedra, un anacronismo que rige como un colosal lastre en nuestras vidas. Con sus manipulaciones monetarias, regulaciones, políticas tributarias, guerras (a ciudadanos, productos y servicios), prisiones e injusticias…» (Milagros del sector privado y crímenes del sector público, p. 31).
Siguiendo las advertencias de Friedrich Hayek en Derecho, legislación y libertad, Tucker adaptándose a los tiempos actuales también nos advierte de los excesos generados por el legislador en contraposición con la libertad, esencia misma del mercado. Tucker es contundente al señalar que: «Cada producto que compramos, cada servicio que utilizamos, cada decisión que tomamos se filtra a través de este marasmo legal (…) Mientras observamos el mundo de la economía, ningún otro sector refleja de la mejor manera este ideal. No es una coincidencia que esta sea la parte de nuestras vidas menos regulada. El mundo digital es la frontera, un lugar libre donde las innovaciones son probadas con total libertad; el servicio al consumidor es la fuerza motriz, y la competición por saber quién es el mejor a la hora de proporcionar un servicio es la prueba del éxito o del fracaso» (Milagros del sector privado y crímenes del sector público, pp. 34-36).
Este libro, compendio de sus artículos y ensayos que se le ocurrieron de pequeñas cosas de la vida como cortar la grama; nos presenta de forma didáctica lo que hizo Ludwig von Mises con Socialismo, también de una forma didáctica, pero más exhaustivo y académico en el análisis. Por ejemplo Tucker no duda en afirmar que «El socialismo intentó acabar con la escasez a partir de decretos gubernamentales que solo trajeron miseria y muerte. El capitalismo buscó dar rienda suelta al espíritu cooperativo y a la competencia del ser humano y consiguió acabar con la escasez de las cosas más valiosas en nuestras vidas» (Milagros del sector privado y crímenes del sector público, p. 47).
Otro de los grandes aportes de este libro es destacar algo que damos por sentado (incluso en países como el nuestro) y son los milagros del sector privado a pesar del acecho del sector público. Tucker nos refiere que: «Así es como funciona el sector privado. El estado no lo planifica y no puede anticipar sus acciones y sus condiciones, pero una cosa es segura: es congruente con la elección humana. Somos nosotros quienes creamos o destruimos estos planes empresariales.» (Milagros del sector privado y crímenes del sector público, p. 92). Esta es la idea presente en una de las grandes obras de Mises, La acción humana.
Con esta forma particular forma de presentar las virtudes del sector privado, este periodista y miembro del Ludwig von Mises Institute, nos confirma que lleva como lema de vida el que llevara también en su vida personal Mises, a saber, Tu ne cede malis, sed contra audentior ito (Jamás cedas ante el mal, sino combátelo con mayor audacia).
¡Gracias por su audacia, Jeffrey Tucker!

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